lunes, 30 de julio de 2012

Un año de blog

Me gusta escribir en este blog, y tal día y hora como hoy hace un año, escribí por primera vez.
Me ha dado muchas alegrías. El hecho que haya personas que lo sigan y lean cada vez que publico algo, me alegra. El que tenga seguidores, me alegra. El que me hagan comentarios, me alegra. Y cuando me dicen en persona “cada vez me gusta más tu blog”, me alegra aun más.
Algunas veces después de publicar, me doy cuenta que se me ha olvidado comentar algo, pero nunca he modificado una entrada una vez publicada, a menos que haya visto alguna falta de ortografía o de comprensión.
Me ocurrió algo con una entrada, en una de las primeras, “Rebeldes”, menciono a Rosa Montero, escritora y periodista, en la que hago alusión a una entrevista de hace varios años. Como comenté, no encontré la entrevista para poner el enlace, así que al cabo de unas semanas decidí escribirle un correo electrónico, preguntándole si realmente ella dijo esas palabras. A los dos meses, cuando ya se me había olvidado, recibí contestación de ella. ¡Menuda ilusión! Fue muy cariñosa, me confirmó que sí, que había dicho lo que yo comentaba, y me daba las gracias. ¿Gracias a mí? ¡Gracias a ella! Le contesté y le dije que casualmente ese mismo día había publicado una entrada que hablaba sobre mi gato, y ponía un enlace que era un artículo suyo “Amar a un animal”. ¡Me volvió a contestar para darme las gracias! Y estuve a punto de escribirle de nuevo, le quería decir algunas cosas más que con la precipitación no le dije en el anterior correo,  pero pensé, esto debe ser ya acoso internauta, jaja, y lo dejé.
Al estar configurado para que aparezca en los motores de búsqueda, hace que si alguien escribe algo en un buscador de internet relacionado con algo escrito en el blog, aparece en la lista de resultados. Me llama la atención que luego lo visitan desde diferentes países.


Alguna vez he pensado que no se me ocurriría nada para continuar, pero siempre me ha surgido algo, una exposición, una canción, una experiencia, etc.
La entrada hasta ahora más visitada es la de “Mandalas” y con diferencia, por aquello que he comentado antes de que aparece en los resultados de los motores de búsqueda.
Y como me gusta cocinar, las recetas también tienen éxitos, la mayoría son copiadas de otras webs, yo luego las personalizo, pero pongo el enlace, me gusta poner la fuente de donde obtengo la información, sea de lo que sea.
En algunas entradas he intentado explicar mi opinión sobre algunos temas, soy consciente de que lo mío no es la escritura, me queda la duda de que se me entienda y puntualizar que son mis opiniones personales, y se admiten otros puntos de vista en forma de comentarios.
¡Así que estoy de aniversario!
Yo estoy disfrutando y espero que los que lo lean también.
MUCHAS GRACIAS.

viernes, 13 de julio de 2012

Perdonar – Olvidar

Me gusta reflexionar.
Y algo sobre lo que llevo mucho tiempo reflexionando, años quizás, es sobre el perdón y el olvido.
Me pregunto si sirve de algo perdonar a esa persona que desde tu punto de vista te hizo un agravio. Si sirve de algo perdonarle o no, o perdonar sin comunicarlo. Si sirve de algo olvidar, si eso es posible claro. Si es mejor perdonar y no olvidar, olvidar y no perdonar, o perdonar y olvidar.
Siempre he pensado que personalmente no me servía de nada perdonar si luego no olvidaba.
La verdad que cuando oigo “yo perdono, pero no olvido”, me pregunto ¿y de qué sirve perdonar entonces si no olvidas?
También pienso que no hay para nada una regla universal con respecto a este tema, cada persona tendrá su punto de vista y si se queda tranquila, lo que piense y haga, vale.


Hace unas semanas surgió este tema en una conversación, algunos pensaban lo mismo que yo, otros no.
Trasladé las mismas preguntas a otro foro de debate, y la verdad que me hicieron reflexionar algunos de los comentarios que se plantearon.
Yo lo estaba enfocando desde un punto de vista erróneo, a mi parecer, en el que me decía que no olvidar no me servía para nada, pero claro, no olvidar, no significa que estés acordándote del episodio constantemente. También se puede “no olvidar” para aprender, aparte, que no olvidar cuando se considera que te han hecho daño, es bastante difícil.
Porque depende de lo que tú consideres que tienes que perdonar, si la persona es importante para ti o no, si pide perdón, si quieres avanzar y estar libre de rencores.
Perdonar, puede ser muy liberador, para la persona que perdona, signo de que el daño está superado.
No olvidar, desde el punto de vista práctico, puede ayudar a que la persona que agravia mejore su comportamiento y no se repita, si es consciente que ha hecho daño.
Hace muchos años, consideré que agraviaron a una persona muy cercana a mí, y yo misma también me sentí muy agraviada. Ni perdoné ni olvidé.
Durante todo este tiempo he estado acordándome de este episodio, pero sin comentarlo con nadie, consciente de no haber perdonado ni olvidado.
Por fin, comenté esto con la persona agraviada, y fue toda una liberación. Primero porque vi que había en cierto modo perdonado, y en parte olvidado, teniendo una relación correcta con quien le agravió. Y eso me pareció todo un ejemplo, que me enseñó que no soy quien para no perdonar algo que ni siquiera me habían hecho a mí.
Esto que hago es una reflexión particular, cada uno/a tiene su visión.
No sé si me explico…

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