viernes, 13 de julio de 2012

Perdonar – Olvidar

Me gusta reflexionar.
Y algo sobre lo que llevo mucho tiempo reflexionando, años quizás, es sobre el perdón y el olvido.
Me pregunto si sirve de algo perdonar a esa persona que desde tu punto de vista te hizo un agravio. Si sirve de algo perdonarle o no, o perdonar sin comunicarlo. Si sirve de algo olvidar, si eso es posible claro. Si es mejor perdonar y no olvidar, olvidar y no perdonar, o perdonar y olvidar.
Siempre he pensado que personalmente no me servía de nada perdonar si luego no olvidaba.
La verdad que cuando oigo “yo perdono, pero no olvido”, me pregunto ¿y de qué sirve perdonar entonces si no olvidas?
También pienso que no hay para nada una regla universal con respecto a este tema, cada persona tendrá su punto de vista y si se queda tranquila, lo que piense y haga, vale.


Hace unas semanas surgió este tema en una conversación, algunos pensaban lo mismo que yo, otros no.
Trasladé las mismas preguntas a otro foro de debate, y la verdad que me hicieron reflexionar algunos de los comentarios que se plantearon.
Yo lo estaba enfocando desde un punto de vista erróneo, a mi parecer, en el que me decía que no olvidar no me servía para nada, pero claro, no olvidar, no significa que estés acordándote del episodio constantemente. También se puede “no olvidar” para aprender, aparte, que no olvidar cuando se considera que te han hecho daño, es bastante difícil.
Porque depende de lo que tú consideres que tienes que perdonar, si la persona es importante para ti o no, si pide perdón, si quieres avanzar y estar libre de rencores.
Perdonar, puede ser muy liberador, para la persona que perdona, signo de que el daño está superado.
No olvidar, desde el punto de vista práctico, puede ayudar a que la persona que agravia mejore su comportamiento y no se repita, si es consciente que ha hecho daño.
Hace muchos años, consideré que agraviaron a una persona muy cercana a mí, y yo misma también me sentí muy agraviada. Ni perdoné ni olvidé.
Durante todo este tiempo he estado acordándome de este episodio, pero sin comentarlo con nadie, consciente de no haber perdonado ni olvidado.
Por fin, comenté esto con la persona agraviada, y fue toda una liberación. Primero porque vi que había en cierto modo perdonado, y en parte olvidado, teniendo una relación correcta con quien le agravió. Y eso me pareció todo un ejemplo, que me enseñó que no soy quien para no perdonar algo que ni siquiera me habían hecho a mí.
Esto que hago es una reflexión particular, cada uno/a tiene su visión.
No sé si me explico…

2 comentarios:

  1. He leído tu reflexión sobre el perdón y el olvido, un tema realmente complicado de llevar a la práctica, te lo digo porque yo me lo estoy trabajando y paso del perdón al asesinato sin solución de continuidad. Lo que tengo clarísimo es que sin perdonar no se consigue la paz ni la libertad necesaria para vivir sanamente así que es una cuestión de amor propio y de supervivencia: O perdonas o te sale una úlcera (es un poner ...). Perdonar nos facilita quitarle hierro al asunto y deja de estar tan presente, no se olvida pero tampoco nos obsesiona, pasa a formar parte de nuestra experiencia vital, de nuestro aprendizaje.

    Cada vez que me asaltan las ganas de venganza, antes de echar espuma por la boca, me repito lo que dijo Neruda en un poema:
    "Cada uno tiene su camino y su dicha"
    De esta forma alejo al motivo de mi rabia y pienso que, a pesar de la cagada que se haya marcado conmigo, es humano, se equivoca y tiene derecho a ser feliz.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...