En busca de la alineación interna

Me gusta leer artículos sobre psicología.

Hace unos meses leí uno que se titulaba “Ser sincero con uno mismo”, y me hizo reflexionar mucho. Trata sobre un diálogo interno, de que no somos sinceros con nosotros mismos, que nos dejamos llevar por lo que opinan los demás, también sobre la asertividad, etc.

Al leerlo fui consciente de que no había sido sincera conmigo misma de forma continuada durante mucho tiempo. Mis pensamientos, mis palabras y mis acciones no han estado del todo alineados.

Mis pensamientos se me alborotaban, se mezclaban unos con otros, no había orden, no había diálogo, mis palabras muchas veces decían lo que los otros querían oír, y mis acciones a veces, se contradecían a mis pensamientos.

No quiero decir con esto que no tuviera criterio, que siempre hiciera o dijera lo que los otros querían que hiciera o dijera. Quizás tenga tendencia siempre a autocriticarme, y primero ver lo negativo y después lo positivo, pero al echar la vista atrás, puedo enumerar algunos momentos en los que esa alineación no estaba del todo ajustada.

Ese diálogo interno me ha traído momentos…cómo diría…en los que se me ha removido todo por dentro.

Creando diálogo he levantado mucho polvo.

Es cierto lo que dice el artículo en el que no nos educan para ser sinceros con nosotros mismos, sino para obtener la aprobación de los otros, porque tememos la opinión ajena. Y porque nos asusta escuchar lo que tenemos que decirnos a nosotros mismos, o simplemente lo que sentimos.

(Añadiría a la frase de la imagen: “también estás perdiendo el sentido de quién eres”).

Creo que ahora estoy más cerca de esa alineación, o por lo menos ese diálogo interno es más fluido, lo que me lleva a un estado de conexión conmigo misma, de mejor autoestima y hasta de felicidad.

Pero me queda todavía mucho por conseguirla y sobre todo, mantenerla. De vez en cuando hay momentos en los que se desajusta mi alineación. Pero como dije en otra entrada, “me gusta el camino por donde voy”.

Creo que llega un momento en la vida de cada uno en el que hay que pararse y dialogar. No hay más remedio. Porque si no, nunca serás al 100% tú, y esa alineación que creo tan necesaria, nunca se dará, y te pierdes en la corriente de la vida.

Por eso voy, en busca de mi alineación interna.

El enlace del artículo del que hablo:

Reportaje: El País. Ser sincero con uno mismo (2 octubre 2011)