El voto castigo

Me gustaría hablar de política.

Según mi opinión, en unas elecciones generales en España, aparte del voto válido, en blanco y nulo, existe el voto castigo. Que no es más que no votar al partido que no quieres que salga elegido, y derivar tu voto a otro, castigando al primero.

Lo he podido comprobar en los últimos años.

Cuando hubo polémica entorno al que fuera presidente del gobierno Felipe González, al llegar las elecciones generales, hubo cambio en el signo político.

Cuando estuvo José María Aznar, la controversia estuvo en el “No a la guerra” y en las declaraciones confusas entorno a un atentado terrorista atroz, justo cuatro días antes de las elecciones generales. Y también hubo cambio de signo político.

Esta vez, el pasado 20 de noviembre, volvió a haber otro cambio, después de varios años de crisis económica, pero sobre todo, a mi parecer, por el aumento considerable de desempleo, consecuencia innegable de dicha crisis.

Tengo claro que en España, en cuestiones políticas, el que la hace la paga.

En esa mayoría tan absoluta del partido elegido, me atrevo a decir que un porcentaje de sus votantes, no lo hicieron convencidos de su programa electoral, ni de la coincidencia con sus ideas generales, simplemente para que no siguiera en el poder el mismo partido.

Así de sencillo.

Ya tenemos nuevo presidente del gobierno.

Han cambiado de puestos, unos a primera y otros a segunda, pero mucho me temo que la situación actual no va cambiar, por lo menos en los dos próximos años.

Y lo que decían unos cuando estaban en el gobierno, lo repetirán los nuevos que entran, y éstos, que antes estaban en la oposición, verán sus palabras repetidas en los que han tenido que dejar el poder.

Solo hay cambio de caras. Así lo veo yo.