Me gusta viajar.
Hace dos años y medio viajé sola por primera vez.
Hace dos años y medio viajé sola por primera vez.
Y no me refiero al hecho del desplazamiento, que ya lo había hecho muchas
veces antes, si no a la estancia. Fue un viaje de placer y fue a la isla de Menorca.
Por una serie de circunstancias sentía la necesidad de viajar sola,
alejarme de la ciudad en la que vivo, dejar de ver por unos días a las mismas
personas, y no quedarme en vacaciones en casa sin ir a ningún sitio nuevo. Vamos,
tenía la necesidad de escapar y desconectar.
Así que me vi de repente en la isla de Menorca.
Vista desde un mirador camino de Cala Macarella
Me alojé en un hotel modesto, alquilé un coche y de un lado para otro estuve
los pocos días que permanecí allí. No tuve ningún problema ni eché en falta estar acompañada.
Lo único malo, por decir algo, fue a la hora de buscar sitio donde comer o
cenar, al verme sola me costaba elegir dónde, y en algunos restaurantes cuando
estaban llenos y me veían que estaba sola en alguna ocasión me decían que mesas
libres de cuatro comensales estabas reservadas, cosa que no me creía, pero
bueno.
Visité dos calas, el poblado de Trepucó, Naveta de Tudons, el punto más
alto de la isla Monte Toro, la Fortaleza de Marlborough y las calles y puertos de
Mahón y Cuidatdella.
Cales Fonts
Menorca es una isla con mucha historia, las construcciones megalíticas
datan de 1.600 a. C, y a lo largo de los siglos XVIII y XIX, fue conquistada
por los franceses, británicos y reconquistada nuevamente por los españoles.
Naveta de Tudons
Tiene muchas cosas que ver.
Así que no solo quiero compartir esta experiencia y
recomendar viajar solo/a, sino también visitar Menorca .
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